Los primeros pasos de ese día estaban llenos de ilusiones y emociones, eran pasos fuertes y seguros. La escenografía seguía impresionándonos, cascádas de hielo que invitaban a ponerse los crampones, sacar los piolets tecnicos , la cuerda, las estacas, tornillos y pegarle unos "madrazos" al hielo! Acordamos que de bajada, si había tiempo, escalaríamos esas cascádas petrificadas!
La segunda parte del día se puso mas interesante, la inclinación aumentaba y empezaba lo bueno! Sacamos piolet, casco, crampones y determinadamente subimos una fuerte pendiente, de esas en la cuales no te quieres resbalar o caer. Constantemente pensaba como me frenaría en caso de salir "disparado" con toda la fuerza de la gravedad!
Aqui no ibamos amarrados por lo que cada quien avanzaba de acuerdo a su velocidad y capacidad. El Sensei en la punta, yo lo seguía con El León siempre pisandome los talones.
Finalmente llegamos a nuestro segundo compamento. Excavamos nuestra "trinchera" a un costado de "ice Berg Lake", un lago congelado que le hacía honor a su nombre. Desde ahi las torres de Whitney y sus multiples cimas se nos revelaron. Por primera vez podíamos ver la ruta hacia la cumbre.
Armamos nuestro campamento, producimos agua, hicimos de cenar y contemplamos un hermoso atardecer. Lo animos estaban en todo lo alto.
Inflamos nuestros colchones Klymit y nos dispusimos a descansar. Con la noche se soltó el frío por lo que inflé me Chaleco Klymit Double Diamond, y asi abrazadito y calientito cerré los ojos para descansar. Al primer rayo de luz , atacaríamos la cumbre!
Como siempre sucede, despertar en medio de la madrugada helada nos costó trabajo. Salimos de nuestro sleeping para ponernos las botas literalmente congeladas, arnés, mosquetones, piolets, casco este día utilizariamos todo. Nos amarramos en las misma formacion que ya teníamos establecida: Sensei, Lobo, León.
El plan era subir una canaleta que prometía poner a prueba toda nuestra determinación, fuerza, trabajo en equipo y deseos de realmente subir este Cerro.
La canaleta fue una gran experiencia, ganamos altura con cada paso, la inclinación era tan fuerte que teníamos la cara de la montana a escasos centímetros de nuestras narices.
Nos demoramos un par de horas en subir pero finalmente libramos la canaleta de nieve y hielo. Ya estabamos a casi 4500 metros, a escasos 100 metros de la cima. Podíamos oler el triunfo, estabamos ya saboreando la gloria!
De pronto no enfrentamos a una pared de Roca impresionante, lo más peligroso de todo era que al treparse a la pared, habia un abismo de unos 2000 m. Cualquiera resbalon aqui seria fatal, no habia margen de error. Ya varios aventureros habian finiquitado aqui sus vidas.
Analizamos, debatimos, discutimos.
No teniamos el equipo de Roca Necesario. Esta escalada en condiciones normales se hubiera llevado acab con zapatos llamados "pies de gato", junto con anclajes especiales para roca. Nosotros con botas y trajes de alta montaña nos sentiamos como astronautas en la luna, no escaladores de Roca de primer nivel.
El viento arreciaba , haciendo que los nervios se agitaran. Nadie se animaba a "puntear", el que va por delante lleva el mayor riesgo de caer porque no esta aseugrado verticalmente (osea de arriba, como yo-yo). La idea es que una vez que la punta avanza los 50m de la cuerda, se detiene, hace un anclaje y asegura a los de abajo. En estas condiciones el riesgo disminuye sustancialmente para los que van siguiendo al puntero asegurados desde arriba.
El Sensei no se animaba a puntear, yo me descarté en automático y aunque El Leon se ofrecía hacerlo, no contaba los elementos técnicos necesarios para llevar a cabo un "belay" de confianza, por lo que esa idea era de lo mas absurda.
Al final, a sólo 100 m, decidimos dar la vuelta, el terreno estaba demasiado expuesto y peligroso para ser aceptable. Y así, desilusionados y vencidos empezamos el descenso de la canaleta..
Llegamos a nuestro campamento en "Ice Berg Lake" y oh sorpresa! Habiamos sido saqueados!! TODA nuestra comida y reservas habian sido devorados por aves de rapina, que dejaron evidencia descarada de su festin. No teniamos ya nada que comer mas que una bolsa de arroz y un frasco de crema de mani! La montaña nos ponia en jaque por la novatada de no asegurar adecuadamente nuestras provisoines vitales.
El plan original era descender a nuestro campamento del primer día. Dormir, despertar, escalar una casacada de hielo por puro amor al arte. Y con eso descender hasta el auto.
Sin embargo , nada de eso sucedio.
En un arranque de emociones acordamos bajar todo de un jalón hasta el punto de inicio ( bajar en medio día lo que nos tomó 3 en subir), dormir, y a la manana siguiente intentar hacer cumbre por la ruta normal (donde evitariamos la temible pared de roca que nos impidio la cumbre).
Bajar todo el Cerro en medio dia fue una hazaña digna de recordar. Nos tomo para siempre, cansados y sin alimentos llegamos al coche en lo que parecio una eternidad.
Nos cambiamos de ropa , hervimos la ultima bolsa de arroz y a dormir.
A las 4am, El Leon despertó.. Nos sacudió a todos, nos obligó a despabilarnos y ponernos en acción, con un rugido salimos a la madrugada con sueños delirantes de alcanzar la cima.
No conociamos la ruta normal por lo que nuevamente tuvimos que poner en practica nuestras habilidades como navegantes. Y asi emprendimos el viaje de nuevo.
Después de unas 8 horas, aproximadamente a las 12pm, aun estabamos por debajo de los 4000m, la crema de mani ya no saciaba los requerimentos del cuerpo, y por si fuera poco, nos quedamos sin agua. Según el mapa nos faltaba mucho por recorrer. Nuestras estimaciones, en el mejor de los casos, indicaban que estaríamos haciendo cima a las 3-4 pm, y si todo salia bien estaríamos en el coche a las 10pm. Osea nos faltaban 10 horas sin comida, sin agua, sin margen de error.
Esta situacion va en contra de todo lo que creo y pienso sobre el montañismo. Mi filosofía por así decirlo, es conservadora. Me gusta escalar con alma y huevos, pero mas que nada con el cerebro. He leído demasiado sobre tragedias en la montaña, por lo general estas son el desenlace de malas decisiones y por falta de poder de razonamiento en momentos claves . Una regla de oro es fijar un "turn around time", esta se fija antes de iniciar y todos acuerdan que pase lo que pase, a "X" hora hay que darse la vuelta y bajar, seguir esta regla salva vidas. Nuestra hora de volver ya estaba ante nosotros.
Hay algo que se llama "Summit Fever" o "Fiebre por la cima". Esto es cuando una persona solo puede pensar en la cima, su vision se nubla y es la cima o nada. Esta fiebre azoto al "Leon". Podia ver en su mirada que estaba dispuesto a todo por la cima, los argumentos racionales resultaban inútiles ante estas condiciones. Esto aumentó aún mas mi preocupación, por dentro escuche mi instinto decir YA SE ACABO, TIMED OUT.
El Sensei se percató de esta situacion y apoyó la decision de descender. El León, a pesar de todos sus intentos de negociación, sucumbió ante la democracia y aceptó volver.
La bajada fue larga , llena de tensión por el debate ocurrrido en las alturas. Finalmente llegamos al coche y exhaustos pero sanos dabamos por terminada la expedición. Era tiempo de carne y cervezas!
Gracias a ello estamos vivos y completos y ya estamos preparando la siguiente expedición al Ecuador, donde intentaremos ascender dos colosales volcanes andinos, el Cotopaxi y el Chimborazo.
En la montania como en la vida, hay que saber ganar, claro esta. Pero lo mas importante, lo mas relevante es aprender a perder. En la derrota el hombre se ve obligado a reinventarse, a intentar de nuevo, a superarse, a crecer y ser mejor. En la derrota sufre nuestra autoestima, nos cuestionamos nuestras decisiones y nos enfrentamos a nuestros principios y valores. Sin embargo, la vida sigue y nuestro sueños tambien, por lo que tampoco podemos perder mucho tiempo ponderando el pasado. Si caemos, es tan solo para aprender a levantarnos, sacudirnos el polvo y volver a andar...
Volveré el Whitney, en época de Verano e intentaré de nuevo la ruta normal. La revancha esta firmada, la fecha por definir.
Saludos y buena vibra...